Pensar está bien, pero actuar es mejor

Pensar está bien, pero actuar es mejor

El 22 de febrero se celebra un día muy, pero que muy cool. Se trata del Día Mundial de pensar en el Planeta. Dicen algunas lenguas que la celebración de este día tiene cierta relación con el presidente Roosevelt, ya que fue pionero en abordar temas relacionados con la conservación medioambiental. Bueno, quizás no fuese exactamente así, ya que resultó ser una consecuencia de su lucha contra el desempleo durante la Gran Depresión. Pero lo importante es que creó el llamado “Cuerpo Civil de Protección Medioambiental”, un programa mediante el cual, 250.000 jóvenes de entre 18 y 25 años consiguieron un puesto de trabajo. ¿Sabéis cuál era su misión? Principalmente la de realizar trabajos de repoblación forestal. Pues eso, no hay mal que por bien no venga… o al menos eso dicen. Está muy bien lo de pensar en el planeta, pero la acción es lo que importa. No sirve de nada concienciarnos y pensar en ello si luego no actuamos. Los actos son los que determinan el cambio… Las palabras y los pensamientos se los lleva el viento, ¿no creéis? Muy bien, reservaremos el día 22 de febrero para pensar en el planeta, pero el 23 ya no habrá excusas. Aunque seamos muy pesados, seguimos animándoos a que eliminéis el maldito plástico de vuestras vidas. Tanto en casa como fuera de ella. A ver, os vamos a proponer algunas cositas muy sencillas pero muy resultonas:

En el baño:

¿Te has parado a pensar la cantidad de plástico que encuentras en tu cuarto de baño? Champús, geles, mascarillas, maquinillas de afeitar, esponjas, dentífricos… una lista infinita de productos que invaden nuestro espacio vital. Lo compramos, lo usamos y ale, directito al contenedor amarillo. Por suerte, cada vez encontramos más marcas sostenibles como Cool Bottles concienciadas con este problema. Así que no te será difícil encontrar productos de higiene personal donde el plástico brille por su ausencia… Lo que está muy de moda últimamente son los geles y los champús en pastilla. ¿Todavía no los has probado? Fáciles de usar, ocupan menos sitio y son ideales para llevártelos al gimnasio o de viaje (cuando se pueda).

En la cocina:

En este espacio de la casa es donde, posiblemente, más plástico encontramos. ¿Has mirado bien en tu nevera? Plástico, plástico y más plástico… Evita comprar envasados, lleva tu propio recipiente al mercado o decántate por envases más grandes en vez de envases individuales. Ni hablamos de los cubiertos o platos de un solo uso, porque ya sabemos que están prohibidísimos en vuestras casas.

En la oficina:

Sabemos que a veces podemos ser perezosos, pero no caigáis en la tentación de comprar un café para llevar: tapa de plástico, cucharilla de plástico… todo son desventajas y residuos por doquier. ¿La alternativa? Levántate cinco minutitos antes, prepárate tu cafetito casero y mételo en tu tumbler. Así se mantendrá calentito hasta la hora de comer y encima contribuirás a no incrementar los residuos plásticos de nuestro querido planeta. Ahí lo dejamos. Piensa mucho, pero actúa más. En la oficina: